La Cautela Socini para la “protección” del cónyuge viudo

La Cautela Socini, también conocida como cláusula socini o cautela sociniana, se configura como una cláusula testamentaria bastante común en la práctica, que se puede definir desde dos perspectivas: una reservada y otra amplia.

Desde el punto de vista más reservado, nos encontramos con una cláusula que debe incluirse en el testamento en virtud a la cual el testador dejará a los legitimarios un valor superior a lo que les corresponde por derecho de legítima (v. “Los tipos de testamento según el Código Civil"), siempre y cuando cumplan una condición o prohibición expresa manifestada por el testador.

La legítima es la parte de la herencia que la ley reserva obligatoriamente a los herederos forzosos o legitimarios, y de la que el testador no puede disponer “libremente”, debiendo respetar los límites establecidos por la normativa, y que benefician principalmente a hijos y descendientes, ascendientes y cónyuge viudo.

En un sentido más amplio, se trataría de la sanción impuesta por el testador a cualquier beneficiario de la herencia, ya sea legitimario o legatario (que recibe una herencia como legado).

En nuestro Código Civil no se regula de forma expresa la Cautela Socini, si no que su aplicación práctica ha sido discutida tanto por la doctrina como por la jurisprudencia, puesto que esta cláusula testamentaria confronta con la intangibilidad de la legítima, es decir, imponer un gravamen o condición sobre esta.

Por ello, la jurisprudencia del Tribunal Supremo (Sentencias 838/2013, de 17 de enero de 2014 y 254/2014, de 3 de septiembre) ha declarado la validez de la aplicación de la Cautela Socini en los testamentos regulados por la normativa española.

El criterio defendido por el Tribunal Supremo pivota en torno a dos opciones: (i) aceptar la disposición testamentaria y recibir un valor superior a la legítima; o (ii) rechazar la disposición testamentaria y recibir únicamente lo que le corresponde por legítima. Con ello, la imposición de dicha condición o gravamen no está afectando a la legítima del legitimario, a quien no se le coacciona su libre decisión, pudiendo recibir en plena propiedad la legítima.

La utilidad de esta cláusula testamentaria se centra principalmente en salvaguardar dos circunstancias: (i) por un lado, extender el usufructo del cónyuge viudo y; (ii) por otro lado, establecer una prohibición de acudir al amparo de los tribunales.

La primera de las circunstancias pretende proteger al cónyuge viudo, extendiendo lo que por derecho de legítima le corresponde (si concurre con hijos en la herencia, corresponderá el tercio de mejora). En este caso, el testador legará al cónyuge viudo el usufructo universal y vitalicio sobre toda la herencia, pretendiendo que el cónyuge viudo disfrute los bienes hereditarios durante toda la vida. Del mismo modo, los hijos que respeten el usufructo universal y vitalicio podrán disponer de la nuda propiedad y, al fallecimiento del cónyuge viudo, consolidarán el dominio de los bienes de la herencia. Por el contrario, quien no acepte el usufructo universal y vitalicio quedará relegado a únicamente poder recibir lo que le corresponde por legítima.

La segunda de las circunstancias se puede imponer tanto a los herederos como a los legatarios, prohibiendo acudir a la intervención judicial para resolver cuantas cuestiones surjan en relación al reparto de los bienes hereditarios. No obstante, lo que debe tenerse en cuenta a la hora de aplicar esta prohibición, según la jurisprudencia del Tribunal Supremo, es el fundamento de lo que se impugna: procederá cuando se pretenda combatir el ámbito dispositivo y de reparto ordenado por el testador, pero no cuando se pretenda combatir otras irregularidades, como por ejemplo la omisión de bienes hereditarios.

En PURA MENTA ABOGADOS somos expertos en derecho civil y sucesiones, y acreditados oficialmente como contadores partidores por el Ilustre Colegio de Abogados de Sevilla, por lo que, si necesitas asesoramiento al respecto, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.